En la actualidad podemos destacar tres tipos de clientes respecto a su relación con los servidores. Nos encontramos con los clientes híbridos, los clientes ligeros y los clientes pesados.
Un cliente híbrido es una estación de trabajo o computador personal sin unidades de disco, que funciona a través de arranque por red para cargar su sistema operativo desde un servidor. También se denominan clientes híbridos a aquellos ordenadores que sus discos no son utilizados y se usa el arranque por red. Estas estaciones de trabajo sin disco pueden correr remotamente algunas, pero no todas, las aplicaciones del servidor. Las estaciones sin disco tienen como ventaja un costo de producción y funcionamiento más bajos, una operación más silenciosa y ventajas de manejabilidad (por ejemplo, una instalación de programa manejada centralmente).
Un cliente ligero o liviano es un ordenador que depende principalmente del servidor central para las tareas de procesamiento, y transporta la entrada y la salida entre el usuario y el servidor. Usualmente los clientes ligeros sólo utilizaban navegadores web o programas de escritorio, lo que implicaba que el procesamiento se genere en el servidor. Este tipo de clientes también son llamados ‘’terminales de acceso’’. El cliente liviano es un PC que obviamente tiene menos capacidad y por esa razón requiere de un servidor que se haga cargo del almacenamiento y procesamiento en parte. El único software instalado en el cliente es la interfaz de usuario, algunas aplicaciones frecuentemente usadas y un sistema operativo de red.
Por último, los clientes pesados se califican de tal manera cuando la mayor parte de las funcionalidades, es decir, cuando la mayor parte del procesamiento y almacenamiento ocurre en el ordenador cliente en vez del servidor. En éste caso el cliente aprovecha la capacidad de cómputo de las PCs que lo ejecutan a favor del computador servidor, el cual asume menos funciones y así puede atender a una mayor cantidad de clientes con las mismas capacidades. Los clientes pesados presentan una riqueza en el interfaz del usuario ya que no está limitado por navegadores webs, por ejemplo.